Cómo evitar que la ansiedad empeore

Un mecanismo de supervivencia

Se trata de un mecanismo del organismo desarrollado para la supervivencia. Técnicamente, los psicólogos prefieren referirse a la ansiedad como “una respuesta de lucha-huida”, ya que esta se pone en funcionamiento rápidamente ante la aparición de una amenaza y con el fin de que el cuerpo huya o pelee contra dicho peligro.

El problema surge cuando no existe realmente ningún peligro y, no obstante, se desencadena esa respuesta. En este caso, la ansiedad puede considerarse un trastorno.

Los trastornos por ansiedad son, en conjunto, la enfermedad mental más frecuente. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el número de personas con depresión o ansiedad, entre 1990 y 2013, aumentó en cerca de un 50%, de 416 millones a 615 millones de personas en todo el mundo.

 

¿Qué tipos de trastornos de la ansiedad existen?

Los problemas de la ansiedad más habituales se pueden clasificar en cinco grupos:

  1. Crisis de pánico (o crisis de ansiedad): el paciente experimenta una reacción de ansiedad muy intensa, se siente aterrorizado sin razón evidente durante minutos u horas.
  2. Ansiedad generalizada: es uno de los trastornos más comunes. La persona se siente extremadamente preocupada por todo lo que acontece en su vida y cree que todo saldrá mal, aunque no haya ninguna causa que lo provoque.
  3. Obsesiones: pensamientos inapropiados que producen una marcada ansiedad o angustia. El paciente es capaz de reconocer que las obsesiones son producto de su propia mente y que no son impuestas desde fuera.
  4. Trastorno por estrés postraumático: se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un acontecimiento estresante y muy traumático.
  5. Fobias de todo tipo: su rasgo esencial es la presencia de un temor irracional y persistente a algo que representa poco o ningún peligro real.

La ansiedad puede producir numerosos cambios fisiológicos en la persona afectada:

  • Palpitaciones o taquicardia.
  • Sudoración.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de falta de aire o ahogo.
  • Sensación de atragantarse.
  • Opresión o malestar torácicos.
  • Inquietud y necesidad de moverse.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad o mareo (aturdimiento).
  • Sensación de irrealidad.
  • Parestesias (hormigueos o acartonamiento en los miembros).
  • Escalofríos o sofocos.

¿Cómo sería un cuadro grave de ansiedad?

La gravedad llega cuando nuestras funciones de supervivencia básica se van viendo limitadas, como lo es el caso de la fagofobia, en la que nos cuesta trabajo comer, o bien, la agorafobia, que nos impide salir a la calle y llevar a cabo nuestras actividades. De la misma forma, una fobia social llevada al extremo puede ser algo grave pues todos necesitamos de alguien para algo. Pero también, estar en medio de un cuadro de ataques de pánico con fobias de impulsión, es de las cosas más desagradables que podemos vivir.

En medio de todos los tipos de ansiedad, lo que hemos de saber es que la gravedad dependerá de la intensidad, la frecuencia y la duración, junto con el hecho de qué tanto nos impide llevar a cabo nuestras actividades cotidianas. Para cada quien esos parámetros de gravedad serán únicos y personales, sea cual sea el nivel de gravedad, es igual de importante atenderse y saber que existen caminos de solución.

¿Qué puede generar que la ansiedad se agrave?

  • No hacer nada al respecto, esperar y esperar y pensar que se irá sola al igual que llegó (ni llegó sola, ni sola se irá) mientras no haces nada al respecto por mejorar tu situación, siguen activos los mecanismos que la generaron.
  • Hacerle caso al miedo, optar por el camino de evitar el miedo a través de evitar las situaciones que te lo generan, haciéndote de mañas y estrategias para no exponerte a esas sensaciones y emociones.
  • Esperando y esperando a que algo externo a ti sea la solución. Un aparato, algo por tomar, una persona o un lugar. Pensando que alguien vendrá a salvarte, y culpando a los demás por no darte lo que estás necesitando.

¿Qué evitará que la ansiedad se agrave?

  • Que te hagas responsable de ti y de tu proceso. Que dejes de esperar a que otros te salven y empieces a investigar, probar y realmente pasar a la acción en los ejercicios y actividades que te pueden ayudar a sentirte mejor.
  • Perdiéndole el miedo a que la ansiedad se agrave, haciendo lo mejor que puedes pero sin presionarte a que no evolucione en otra cosa (la presión solo aumenta la tensión)
  • Exponiéndote poco a poco a las situaciones que el miedo te va diciendo que evites, dejando de hacerle caso, encontrando la confianza en tu interior en lugar de en evitar el peligro.
  • Acercándote a profesionales con experiencia en la ansiedad, de preferencia, psicólogos con enfoque integral, las terapias que mejores resultados tienen son: terapia de aceptación y compromiso, mindfulness y terapia cognitivo conductual.
  • Permaneciendo en hacer los ejercicios de relajación, de cambio de pensamiento. Mejorando tus hábitos y tu calidad de vida. Retomando las actividades que te gustan y haciendo más de lo que quieres.
Entonces, ¿qué hacer para evitar que se agrave la ansiedad que hoy tienes? Empieza a observar cuándo este el miedo hablando y diciéndote qué hacer, y pregúntate si serías capaz de no hacerle caso en ese momento, e incluso, hacer lo contrario.
Todo camino de gravedad empieza por pequeñas señales que vamos recibiendo, se trata de aprender a leer esas señales y actuar a tiempo, cuando son pequeñas y manejables.